Un filósofo que no sabía nadar

Una vez un filósofo emprendió un viaje en una barca que un sencillo y servicial barquero atendía. Durante el trayecto fue hablando con el barquero. Le preguntó:
-Amigo, ¿usted sabe geografía? –No señor, -respondió el barquero, – ¿Qué es eso?
-Si no sabe geografía ha perdido el diez porciento de su vida, le dijo el filósofo.
El filósofo volvió a preguntar:
-Amigo, ¿usted sabe gramática? –No, no señor. Yo no se que es eso.
-El filósofo respondió: -Si no sabe gramática ha perdido otro diez porciento de su vida.
Así fue todo el rato, preguntándole al pobre barquero si sabía aritmética, historia, ciencias, etc.
El sencillo barquero respondía a todo que no, que él no sabía nada de aquello. Y sucesivamente el filosofo le contestaba sentencioso diciéndole que había perdido un diez porciento de su vida por cada materia que ignoraba. El barquero estaba angustiado porque según la manera de contar del filósofo llevaba ya perdido el 80% de su vida.
Distraídos por la conversación no se acordaron de una gran piedra que había en medio del río. Allí se estrelló la barca, se abrieron las tablas y empezaba a hundirse.
El barquero le preguntó al filosofo: -Amigo, ¿sabe usted nadar? –No, no se nadar – respondió.
-Pues ha perdido usted el ciento por ciento de su vida, pues nos hundimos y se va a ahogar.
No importa cuanto conocimiento, ciencia y bienes terrenales tengamos, si no sabemos nadar a la hora de cruzar el río de la eternidad. Solo Cristo te puede enseñar a nadar para cruzar el río, Juan 10:10; 10El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.. Solo él nos puede salvar del hundimiento. Así como le paso la mano a Pedro en momento de su hundimiento por poca fe, hoy te pasa a ti la mano, diciéndote levántate, él te quiere pasar la mano esta tarde, así es que acércate y dale tus manos para que él agarre y llenarte de paz.