Los medios de comunicaciones incluyendo las redes sociales cumplen un rol muy importante para la convivencia humana. Unen a los que están cerca y hasta a los más remotos de la geografía mundial. Estamos quienes amamos los medios de comunicación, y tratamos de utilizar para el propósito de comunicar un mensaje para que los receptores puedan obtener un beneficio que le pueda ayudar desde lo personal, espiritual, familiar y hasta público, etc. Nuestras comunidades y hasta los confines de la tierra claman por la paz y libertad, con la gran comisión firme en Mateo 28:19-20, comunicaremo el evangelio de Jesucristo a un mundo que desesperadamente necesita escuchar.

Es difícil en este siglo ser un comunicador o un medio con fines educativos de los morales prudentes, para buscar una sociedad cambiante educada y sin vulgaridad. Los rivales y enemigos siempre presente proporcionando facilidades con sabores de golosinas sin poder ofrecer ni una porción de alimento más sólida.

Es difícil comunicar la verdad “verdadera”, porque la supuesta verdad acaparará la atención de la humanidad. Es más fácil ser de la misma corriente que ser aquel que desde sus profundas convicciones de valores deístas, remando desde la alta mar opuesta con una luz de esperanza de ver un mundo mejor.

Es difícil ser un comunicador coherente con proyecciones “forever” porque su producto (el mensaje) no tendrá un avión para volar a los 4 vientos, buscando impactar. Siempre habrá los salteadores en las redes sociales y otros medios fraudulentas que con su producto (el mensaje) desechable y con fecha de vencimiento buscarán conquistar.

Es difícil ser un comunicador sano-moral de este siglo, porque no serás uno con calificativos de “influencer” o famoso celebre que con los me gusta o “likes” te ayudará a facturar. La moralidad infectada más mortífera que el COVID o el SIDA, buscara ser amante de la supuesta felicidad.

Es difícil ser un comunicador con principio bíblico de este siglo, porque tu producto (el mensaje) que publica competirá con la vulgaridad sin sentido, ejemplo de viralización de la nueva canción de tal cantante que con su música busca un descargo emocional y frustrante desunión. Pero esto es lo que le agrada al público general, porque traerá consigo el ingrediente para el chisme comunal.

Es difícil ser un comunicador bueno en este siglo, pero seguiré luchando porque tengo una esperanza en aquel quien es más grande que cualquier farándula y desalentador “News”. Quisiera ser un ejemplo baluarte para que mis hijas vean en medio de las burbujas tecnológica contaminante, un ejemplo de quien lucha contra la corriente y puedan decir, yo seré como él. Por sobre todo tengan un enfoque al mejor mensaje que transforma y renueva para un mejor siglo y porvenir que tendrá un resultado de hoy y para siempre.

Es difícil ser un comunicador cristiano en este siglo, pero debemos estar firme y esperanzado en el mensaje (el producto) y soporte que nos ha dejado el Señor Jesús en Lucas 4:18, diciendo:El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos.

Es difícil ser un comunicador cristiano en este siglo, per no debemos de cansarnos de hacer el bien, asi nos anima el gran comunicador Pablo de Tarso en Gálatas 6:9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

Escrito por Heriberto Ayala-Canadá, enero 2023.