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Nada me faltará

Una mujer llamada Joni, quien quedó paralítica a causa de un accidente. Después de pasar por complicaciones operaciones y largas estancias en el hospital, se vio postrada en una silla de ruedas para el resto de su vida cuando aún era adolescente, y aún hoy depende completamente de la ayuda de los demás. Como resultado de todo esto llegó a tener una fe más profunda en Jesús, y diciendo “Si” a la voluntad de Dios. Ella ha vencido triunfante este sufrimiento. La historia de su vida ha sido escrita y llevada a las pantallas, y su testimonio de que: “Prefiero estar en esta silla conociendo a Jesús, que sobre mis propios pies sin conocerlo”.

Estando en una situación similar a la de Joni, sería difícil de llevar en cuenta las palabras del Salmos 23, 1Jehová es mi pastor, nada me faltará. 2En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. 3Confortará mi alma. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.4Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Al final del día el pastor conduce al rebaño de regreso al redil y se pone a la puerta para examinar a cada oveja mientras entra. Si ve a alguna lesionada o fatigada, derrama sobre ella aceite refrescante para calmarla y sanarla, y le da a beber agua fría. Sin pastor la oveja generalmente perecen.

Por esa razón mis amigos, podemos decir Dios cuida de mi y «Nada me faltará» es el tema del Salmo 23. En primer lugar no me faltará el descanso, un lugar de refrigerio donde recobraré las fuerzas perdidas, una escena de paz, un lugar de seguridad y de tranquilidad. No me faltará restauración y justicia, su protección en los problemas, No me faltará su provisión en el desierto porque el es el Dios proveedor, tampoco me faltará un hogar a donde ir al final del día, para recibir curaciones, atención en mis múltiples necesidades, porque la misericordia de Dios me seguirán todos los días de mi vida, y en su casa moraré por largos días.

Mis amigos, si hoy está pasando necesidades seguramente estará diciendo, pero ¿porque si Dios es mi pastor ahora me faltan muchas cosas, paso enfermedades, conflictos, falta de alimento, que el sueldo no alcanza, etc.? Pues déjeme decirte, es probablemente que no has entregado entregado tu necesidad completamente a Dios y depender de Él. Además porque vivimos en un mundo de necesidad siempre faltará algo, pero el Salmo 23 asegura que si el Dios es nuestro pastor, todas estas faltas serán atendidas y suplidas por Él, de acuerdo a su perfecta voluntad.

¿Que es lo que te falta en el dia de hoy? ¿Estas esperando hace tiempo el obrar de Dios y piensas que no pasa nada y siguen habiendo faltas en tu vida? La esperanza está para ti, no importa como te encuentras en este momento, llegues a el con toda tus cargas, con tu dolor, con tu tristeza y el te llenará con su gozo permanente, que nadie te puede dar ni quitar, Él suplirá tus necesidades. Confíe en Dios orando, si Él no es todavía tu pastor acepte hoy mismo, diciéndole, Señor quiero que tu seas mi pastor, quiero confiar en tí, quiero tener presente de que tu suplirás mis necesidades de acuerdo a tu criterio, ven a mi ayuda ahora y siempre, amen.