Luchar sin rendirse

Cuantas veces te sientes lejos de Dios, parece que estas abandonado por él, y lanzas preguntas como ¿Donde estas Dios, te siento tan lejos de mi, cuando más lo necesito? Y en ese momento empiezas a orar, cansado de luchar y le clamas a Dios, como lo hizo el rey David en el Salmo 130:1 Desde lo más profundo, oh SEÑOR, he clamado a ti. 2¡Señor, oye mi voz! Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas. Pero la respuesta que recibes es nada mas, que un silencio aterrador que ahoga todos tus sueños, tus buenos deseos, y tu ser grita, Dios no me escuchas, ya no tienes compasión de mi.
No se, si esta es tu situación en este momento, pasas por un lapso donde todo se vuelve gris y sin poder resolver. Pero sientes que hay mucha quietud de parte de Dios, En primer lugar no renuncies a tu fe, no bajes los brazos, sigue alabando y buscando a Dios. Job: un hombre perfecto y temeroso de Dios dice en la Biblia, paso por una prueba muy, infernal, prácticamente perdió todo lo que tenía, hasta el último momento, la esposa le dijo en el capitulo 2 verso 9 del libro de Job: ¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete.
Pero Job aún no renunció, no maldijo a Dios, y este fue quien lo ayudó, quien le dio la fuerza, cada día para seguir luchando, para obtener la victoria. Su comunión con el creador le sostuvo y le devolvio todo el doble, pero tuvo que llorar, tuvo que sufrir, tuvo que sentir el olvido de Dios ,en medio del feroz incendio. Maldijo el día en que nació, le dijo a Dios en Job 7:7, »Acuérdate de que mi vida es un soplo y de que mis ojos no volverán a ver el bien. Mas no fue así, porque sus ojos volvieron a ver el bien, Dios lo bendijo y restauró completamente a Job dice en el ultimo capitulo de su libro.
Amigos, recuerden que en esta vida muchas veces sentirás la lejanía y el olvido de Dios, pero reconoce la superioridad de Dios, que él está contigo a pesar de tu sentimiento de abandono por él, su promesa dice yo estaré contigo hasta el fin del mundo. Lucha sin declinar, busca a Dios en oración, y si nunca oraste empieza desde hoy a hacerlo. Si no te sale ninguna palabra de oración, pues simplemente alabe Dios por medio de un canto o tal vez en medio de tu silencio.
¿Estas a punto de dejar de luchar? ¿dejarías que Dios pelee por ti y que tu esperes su ayuda con esperanza? Ora a Dios parte de la oración del Salmo 6; Señor, ten misericordia de mí, que estoy enfermo; sáname, pues todos mis huesos se estremecen. 3 Señor, todo mi ser se halla alterado. ¿Hasta cuándo me responderás? 4 Hazme caso, Señor, y ponme a salvo; por causa de tu misericordia, ¡sálvame!. 5 En la muerte, no hay memoria de ti; en el sepulcro no hay quien te alabe. 6 Me estoy consumiendo de tanto llorar; Todas las noches lloro amargamente y baño con lágrimas mi lecho. Señor escucha mi clamor te entrego en el nombre de Jesús, amen.