¡En Dios hay protección y amparo!

La vida es una lucha constante, y existen luchas externas que nos pesan. Por ejemplo hay enfermedades, hay dificultades financieras, hay hambre, etc. El tiempo en que vivimos cambia todo tan rápido que ni siquiera podemos seguir el ritmo.
Hay muchas razones por las cuales tenemos que luchar en la vida, pero no hay una lucha tan difícil como la lucha personal en tu corazón.
Estoy hablando del miedo, la incertidumbre, la desolación, el desánimo, la falta de fuerza, la desesperanza, etc. Es posible que pueda extender esta lista con uno o más luchas, tal vez una lucha que actualmente está llevando a lo más profundo de su corazón. Tal vez pelees solo contra él, para que nadie se entere, porque estás avergonzado o no quieres preocupar innecesariamente a los demás.
O tal vez porque siempre eres fuerte y no puedes mostrar cómo te sentís en realidad. Quizás incluso estas luchando sin Dios porque tienes miedo de mostrar tu lado suave y débil a Dios.
Justo para ti tengo un maravilloso mensaje. No es mi mensaje, sino un mensaje de Dios. Para ello me gustaría compartir algunos versos del Salmo 46. Dice lo siguiente.
1 Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. 2 Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; 3 aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes. ….8 Vengan y vean los portentos del Señor; él ha traído desolación sobre la tierra. 9 Ha puesto fin a las guerras en todos los confines de la tierra; ha quebrado los arcos, ha destrozado las lanzas, ha arrojado los carros al fuego. 10 «Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!» 11 El Señor Todopoderoso está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.
1. Jesucristo está ahí para ayudarnos. Ayudar significa que a través de su Espíritu Santo está en nosotros mostrar el camino por en cual debemos andar.
2. No necesitamos dejar que el miedo nos domine. No importa cuán grandes sean las preocupaciones, con Jesucristo puedes mantener la calma. Jesucristo no nos quita los problemas, pero promete estar con nosotros para ayudarnos a superarlos. (Isaías 43: 2) Una persona valiente no es una persona que no tiene miedo, una persona valiente es una que sabe cómo controlar sus miedos y solo podemos hacerlo confiando en Jesucristo.
3. Dios es nuestro refugio, es decir, nos escondemos en él, ya que nos fortalece para continuar nuestras luchas. Jesucristo nos protege, no nos protege en exceso, Jesucristo no quiere meternos en una burbuja de vidrio en la que no nos pasa nada, Jesucristo nos entrena para salir al mundo y alcanzar la victoria.
4. Esperamos con calma el momento de actuar. V 11 Deja de pelear y reconoce: »¡Solo yo soy Dios! Estoy por encima de los pueblos, estoy por encima del mundo. «Podemos estar tranquilos porque sabemos que todo sigue bajo el control de Dios.
Eleve una oración al Señor Todopoderos, padre en este momento me acerco a ti, y reconozco que muchas veces las luchas que tengo me quieren vencer, me quieren dominar y sacar de mi vista tus bendiciones, pero hoy decido admitir que necesito de ti, necesito que controles mi vida y te invito a caminar contigo cada dia, amen.
Escrito por Nicky Wiebe y adaptado por Heriberto Ayala