Sola Gratia y Fide

SOLA GRATIA: significa que la salvación es un regalo inmerecido que proviene de Dios, dado solamente por gracia a nosotros. Por tanto, es algo que el pecador recibe de forma inmerecida basada en los méritos de Cristo alcanzados durante su vida, muerte y resurrección (Efesios 2:8).
SOLA FIDE: La salvación solo puede ser recibida cuando ponemos nuestra fe en Aquel que murió por nosotros, excluyendo la posibilidad de que nuestras obras puedan contribuir (Efesios 2:8-9, Romanos 3:28). Dios nos justifica por la fe. ¿Porque surgieron?
A finales del cuarto siglo hubo un gran debate en la iglesia entre el obispo Agustín de Hipona (354-430) y un monje británico llamado Pelagio (354-420) sobre la naturaleza del pecado en el hombre y que tanto el mismo imposibilitaba el que podamos por nuestros propios esfuerzos acercarnos a Dios. Mientras que Agustín exponía que a causa de Adán todos nacemos muertos en nuestros delitos y pecados, siendo incapaces de obtener la salvación por nuestra propia cuenta (sino que dependíamos completamente de la gracia de Dios).
Pelagio exponía que el hombre no nacía muerto en sus delitos y pecados a causa de Adán ( el pecado de Adán solo lo afecto a él; nosotros solo somos afectados por los nuestros) y que el hombre era capaz de decidir si quería seguir o no a Dios, y determinar por sus obras su salvación.
A pesar de que las enseñanzas de Pelagio fueron declaradas como herejía por la iglesia y sus enseñanzas han sido repudiadas a través de los siglos, varios aspectos de sus enseñanzas han moldeado ciertos aspectos de la iglesia a través de la historia de la misma.
En Efesios 2:1-10 Dios declara sobre este tema; Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
A pesar de que nuestras obras no cuentan como méritos para nuestra salvación, la misma no fue gratis; le costó caro a Dios, solo que tú y yo no pagamos nada por esta. A él le costó que Su hijo se hiciera hombre y muriera en la cruz por nosotros, pagando el precio que nosotros no podíamos pagar a causa de nuestros pecados.
Lo que Dios espera de ti, de mí y de cada ser humano es que nos arrepintamos de nuestros pecados para que su gracia actúa en nosotros porque si no hacemos este pasó, no gozaras del favor de la gracia. Apocalipsis 2:5; 5Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras. Dios es rico de su gracia, él tiene para todos nosotros, para todos, así es que acércate hoy a buscar esa gracia. El pecado produce muerte, pero hoy Cristo te resucita, su palabra lo declara.