SERVIR CON AMOR

Una frase dice así: El que no vive para servir, no sirve para vivir. Servir, es sinónimo de: ayudar, ejercer, trabajar, militar, ocuparse, contratarse, obligarse, encargarse. En este caso servir es ayudar a los más necesitados. Y comparto con ustedes 3 puntos sobre el servicio con amor.
1. Cada día es una oportunidad para servir con amor. Como ser humano tenemos la oportunidad a diario, para decir sí a un ser humano, y así poder ayudarle. Y en muchos de los casos sin importar quien sea, y sin esperar nada a cambio.
En la Biblia, en Lucas 10:25-37, Jesús estaba enseñando a los judios, sobre el amor al prójimo, y alguien le pregunta—¿Y quién es mi prójimo? Y Jesús responde contándole una parábola sobre el buen Samaritano. Entre judio y samaritano, no había buena relación, pero mas allá de quien se trataba el samaritano lo ayudo, lo sirvió.
Aquel samaritano no iba camino en busca de una persona a quien ayudar. El tomo su camino como cualquier día normal de trabajo de su vida cotidiana. El no caminaba pensando que era un buen día para cumplir con la buena obra del día de hoy. Simplemente atendió una oportunidad de servir.
Cada día usted y yo tenemos esta misma oportunidad. Y por sobre todo si importar las culturas, religiones o niveles sociales. Esto veo en el trabajo de los bomberos voluntarios, ellos no buscan un incendio para apagar, o un accidente para auxiliar, o un atrapado para rescatar, pero cuando estas situaciones se presentas, allí están listos para servir, y sin importar de quien se trata, hasta al peor enemigo les dan las manos, porque esa es su vocación.
2. Servir con amor implica salir de nuestra comodidad. Una de las razones por las cuales a la gente hoy en día le resulta tan difícil servir es a causa de que no queremos cambiar nuestra comodidad.
Servir a aquel judío implicaba tiempo, llegar tarde a una reunión, cambiar su agenda. Pero esto no fue importante para el buen samaritano. Lucas 10:33-34 Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. Se acercó, le curó las heridas, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó..
3. Servir con amor nos hace grandes. Uno de los mayores obstáculos con los que se vive hoy en día es el querer ser más que los demás. El pensamiento del mundo actual es que la grandeza de una persona consiste en que los demás nos sirvan. Pero justamente eso es lo contrario lo que demostró el Señor Jesucristo, el mismo se sentó y lavó los pies de sus discípulos. Debemos tomar el ejemplo del samaritano, el ejemplo de Jesús, quien se humilló a sí mismo para atender nuestras propias necesidades. Sin importar quiénes somos o fuimos. El mismo Cristo mientras cumplía su servicio sobre esta tierra siempre tuvo una actitud de humildad y trabajo.
Quiero decirles que En muchas ocasiones creemos que lo que hacemos no tiene un gran valor, quizás porque nadie se da cuenta de lo que hiciste con tanto esfuerzo o quizás porque no recibiste ni una sola felicitación por la obra que llevaste a cabo.
Y es que vivimos en un mundo de hoy, en donde ya no se reconoce el trabajo, el esfuerzo o la dedicación que alguien tenga para realizar en determinado trabajo. Quiero decirte que todo lo que haces tiene un valor especial para el Todopoderoso, porque Él si lo valora, porque Él si te ve y seguramente te recompensara por tu esfuerzo.
Quizás en ocasiones no recibirás ni siquiera un “gracias” por lo que estas haciendo, o no te dirán que estuvo bonito tú trabajo, como aquel bombero apagaste el fuego, y asi tambien se apagó tu esfuerzo.
La Biblia nos recuerda algo importante en Colosenses 3:23-24: “Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa, parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo, que es su verdadero dueño.”