Gozar en las tentaciones

Alguien ha dicho: “La tentación es como una fuerza magnética que sujeta en su poder a un objeto de metal, pierde su fuerza magnética y su poder si nos alejamos de ella”. Varias veces suenan en los oídos del Señor, nuevamente fui tentado, ya no aguanto esta tentación, no soporto tener que pasar por esta prueba. Son afirmaciones y frustraciones que a menudo expresamos como creyentes.
Nos cuesta entender porque tiene que ser tan dura la vida del cristiano en medio de una tentación. A esta situación Santiago responde diciendo en capitulo 1 versículo 2: Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase.” Dicho de otra forma, ¡Alégrense! ¡Estén felices! Pareciera ser muy ilógico y necio este consejo. Si observamos y pensamos por un momento, en realidad es el consejo más sabio que existe, porque allí Dios manifestará su obra y su gloria.
Es la respuesta que damos siempre al fracaso. Solemos expresar: “El fracaso es la primera puerta al éxito.” Pero todos sabemos que no nos pone feliz fracasar. Lo que nos pone felices o alegres es saber que de ese fracaso uno aprende y gana experiencias y sabiduría. La misma idea tiene Santiago al decir que nos alegremos ante las pruebas. ¿Pero a qué tipo de pruebas/tentaciones se refiere? Se refiere a las tentaciones que a diario tenemos.
Pruebas que diariamente se nos presentan. Entonces el gozo y la alegría no es la prueba en sí misma, más bien es el resultado y el beneficio de haber superado esa prueba con la ayuda de Dios. El soportar dichas adversidades nos darán experiencias y sabiduría. Por otro lado como expresa el versículo 3, esta prueba nos ayuda a soportar con fortaleza el sufrimiento.
Mis amados, la tentación es más peligrosa cuando nos sorprende en una debilidad emocional y espiritual. Así que no permita que lo encuentre desprevenido, recuerde que nadie, ni siquiera el creyente más maduro, está libre de la tentación. El primer principio es este: la tentación es inevitable. Santiago empieza su consejo en 1:13, sobre la tentación con una afirmación de certeza: “Que nadie diga cuando es tentado; es Dios quien me tienta.
Mas bien recuerde Santiago 1:12 Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman. Pensar en esta corona nos causa gozo en el momento de enfrentar una tentación y ano ceder para seguir con la meta. Las tentaciones y pruebas son factores que fortalecen nuestra fe.
¿Puedes resistir y gozar ante una tentación que te aparece en la vida? ¿lucharías para ganar la corona que Dios prometió? Ora al señor, querido Dios, gracias por tu palabra que me da la fuerza para poder seguir luchando y vencer la tentación diaria y por sobre todo tener ese gozo que viene de ti, porque me espera el premio mayor al vencer cada prueba, ayúdame a ser victorioso hoy y siempre, amen.