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Juego Limpio

Recuerdo que en uno de los tantos juegos olímpicos, esta vez en Rio de Janeiro Brasil, todos buscaban promocionar y hablar del JUEGO LIMPIO. Y en particular pienso que cada uno de nosotros que habitamos en este planeta tierra y que amamos el deporte, porque es saludable, porque nos hace sentir mejor, podamos hablar y promocionar, dentro y fuera de alguna competencia y por sobre todo en la carrera de la vida, que estamos corriendo. Pero como podremos llevar en cuenta el juego limpio?

Quisiera compartir contigo tres aspectos a tener en cuenta para ser participe del juego limpio, en cualquier índole de la vida, y estos son: la humildad, el cumplimiento de las reglas y glorificar a Dios. En Filipenses 2:3, encontramos. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Este consejo es fundamental en nuestras relaciones con las demás personas, para que sigamos cultivando un compañerismo efectivo y sincero.

El principio de humildad es contrario al de no tener intención en lastimar al oponente, sino considerarlo superior a nosotros mismos, aunque cuesta pensar menos en uno mismo y pensar mas en el otro, Dios desea así, para que haya un juego y una actuación limpia. Ademas en el juego limpio entra el cumplimiento de las reglas, sino se ensucia todo. El apóstol Pablo deja una recomendación en 2 Timoteo 2.5; Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente, en otra palabra “si no compite según el reglamento», lo cual es Claro como referencia al «juego limpio», se estará descomponiendo el far play.

Y en tercer lugar, como Cristiano debes estar consciente de que todo lo que tienes, y lo que haces es de, y para Dios. Dios es el creador de lo material y de lo espiritual, del cuerpo y el espíritu, por ello todas las cosas son de Él, por Él y para Él, según encontramos en Romanos 11:36. El deporte es parte del todo y debe ser hecho para la gloria de Dios. La carnalidad se expresa en peleas, gritos, insultos, mentiras, malas palabras, venganza, soberbia y arrogancia, entre otras cosas. En cambio, lo espiritual, el fruto del Espíritu, se manifiesta como humildad, sinceridad, integridad, perdón, oración.

Debemos buscar el juego limpio en una pista del atletismo, en una cancha de fútbol, de voley, o en cualquier otra situación, ya sea en la vida personal, familiar, matrimonial o comunitaria. El juego limpio es sinónimo de humildad, cumplir las reglas y dar gloria a Dios con todo lo que hagas. No busques siempre el solo ganar la carrera, sino ganar la alegría de ver que otros estén alegres.

¿Estas llevando en cuenta estos tres aspectos para practicar el juego limpio? Ora a Dios, padre celestial, gracias porque tu nos llamas a jugar limpiamente, siendo humilde, cumpliendo las reglas, por sobre todos las tuyas y así poder glorificarte con todo lo que haga, ya sea en el deporte o en otra área de la vida, ayúdame a ser fuerte en ti, amen.