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Prefiero «perder la vida 20 veces, antes que deshonrar al pueblo»

En una oportunidad el leído la información en donde el presidente de Paraguay en enero de 2014, se refirió que le apena que el pueblo paraguayo siga pidiendo agua y salud «me da vergüenza  y me da dolor», «prefiero perder 20 veces la vida, antes que deshonrar a ustedes y a todos los que confiaron en nosotros», dijo el ejecutivo a un grupo de compatriotas en su recorrida por un departamento.

Se imaginan ustedes la profundidad que tiene esta frase: Prefiero «perder la vida 20 veces, antes que deshonrar al pueblo«, si en realidad él lo haría por un grupo de la humanidad, sería algo extraordinario, pero no me cabe duda de que es un parafraseo político de su parte. Quisiera decirle que hay un Rey de reyes y Señor de Señores, llamado Jesús que no tuvo ni la menor duda para venir a defender, o a salvar al pueblo de sus pecados. Esto ya había dicho el ángel a María antes de que el propio Jesús naciera en Mateo 1:21, Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. El Señor Jesucristo perdió su vida una sola vez para salvar al mundo entero, no simplemente a un país o a un continente. El abrió el camino a la vida eterna, y el mismo dice que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, mientras todos le abandonan, le falta un hospital o dinero para consulta medica, le faltan los medicamentos, y el ofrece sanidad gratuitamente. Si le falta comida, pan el no deshonra su promesa de darnos el pan de vida, y para beber nos abre ríos de aguas vivas, sin depender de un acueducto.

Jesucristo el Rey de reyes no deshonra a su pueblo, un presidente o un llamado rey, puede deshonrar, si no está sujeto a la Palabra y a la voluntad de Dios. Reconozca hoy en su vida a aquel que nunca le fallará el se llama Jesús de Nazaret.

¿Ya reconoció que Jesús vino a dar su vida por usted para perdón de su pecado? ¿Tiene a Jesús aquel que no deshonra como Señor y salvador de su vida? Le invito a hacer esta oración, Señor Jesús gracias por venir a dar tu vida por mi y por mi familia, para salvarnos de la condenación eterna y así darnos una vida para siempre, reconozco que tu nunca deshonra, ayúdame a serte fiel, en tu nombre; Amen.