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El bambu de la paciencia

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego. También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas a que crezca.

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30metros! La pregunta es ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.

Plantar el bambu japones, no requiere muchas cosas, solo la paciencia de 7 años. La pregunta es estas preparado, para esperar este tiempo? La paciencia es la capacidad que posee una persona para tolerar, atravesar o soportar una determinada situación sin experimentar nerviosismo ni perder la calma. La Biblia en Colosenses 1:11, nos dice que somos fortalecidos por el Señor para “toda paciencia y generosidad,” mientras que Santiago 1:3-4 nos anima a saber que las pruebas son la manera que Dios utiliza para perfeccionar nuestra paciencia.

Osea que en la vida queremos lograr algo, queremos encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo, esfuerzo y perseverancia en medio de las pruebas. En Hebreos 10:36, dice; os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

En muchas ocasiones estamos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo, oramos y parece que Dios ha cerrado sus oídos a nuestro clamor. Nos sentimos frustrados, sin esperanza y sin resultado, en ese entonces debemos recordar que estamos plantando una semilla de bambu, y que está fortaleciendo la raíz para luego germinar y darnos la bendición y el éxito.

Lastimosamente la impaciencia nos lleva a dar por vencidos, a renunciar antes de ver el fruto de nuestros esfuerzos. Recordemos siempre que el proceso puede ser doloroso, frustrante, por el camino encontraremos piedras pesadas, sequías o lluvias y tormentas, pero hay que perseverar, sin perder la Fe y la Esperanza. Continúe tus sueños, continúe tus metas, puede durar 7 años la espera, pero el resultado sera mayor. Salmo 40:1, dice Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

¿Sientes que haz intentado de todo y no ves ningún resultado a tu búsqueda? ¿piensas que tu trabajo es en vano? Diga este Salmo 62:5-7 como una oración a Dios: Alma mía, en Dios solamente reposa,Porque de él es mi esperanza. 6 El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.7 En Dios está mi salvación y mi gloria;En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.