LA RELIGIOSIDAD

El árbol de mamón es conocido por su color anaranjado y sus semillas negras. Además son bastantes dulces y su árbol tiene hojas grandes al igual que su fruta. Pero hay una cosa muy importante que se debe saber del mamón; se dividen en dos tipos, el fértil y el estéril. Las hembras son aquellas que producen frutos grandes y suculentos, mientras que el macho tiene más hojas y ramas que frutas. Produce pequeños mamones que no sirven para nada y a la vez no son comestibles. Sin embargo los árboles son iguales, pero se distinguen únicamente por lo frutos.
En la vida cristiana existen también de estos dos tipos de personas, el fructífero y el estéril. Así como Jesús tuvo que confrontarse con una planta de higuera que no tenía fruto, en Mateo 21:19, Jesús viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca más nazca de ti fruto. Y se secó la higuera.
Hoy día vemos en la religiosidad, en donde muchas personas dan solamente mamoncitos y pocos mamones. Es decir, son personas que se preocupan más por las hojas que por los frutos. Personas que aparentemente son muy ordenadas, prudentes y cuidadas, pero a la hora de buscar los frutos no encontramos nada. Se preocupan más por las obras externas donde el hombre puede admirarle y alabarle, antes de las internas donde solo Dios puede ver y juzgar, los fariseos mismo vivían de esta manera.
Por otro lado tenemos a aquellos que producen grandes frutos de mamones. Estos son aquellos que aman a Dios y su reino. Son personas que aborrecen el pecado y se concentran en agradar a Dios antes que a los hombres. Llevan frutos buenos tanto externos como internos. Llevan una vida de oración y entrega a Dios y se preocupan por el estado del alma
En el pasaje de Mateo podemos ver que Jesús fue a la higuera a buscar frutos, pero no encontró y la maldijo. A Cristo le interesa más los frutos internos antes que los externos, ya que si los internos son buenos, los externos serán buenos y con un propósito centrado en Cristo.
¿Qué tipo de persona eres? ¿Cuáles son tus frutos, te ocupas mas de lo interno o externo? Ora a Dios, gracias por que contigo puedo llevar frutos, quiero hacer tu voluntad cada día de mi vida, no quiero ser un cristiano estéril, sino un cristiano productivo en tu Reino. Líbrame de la religiosidad para poder agradarte, en el nombre de Jesús, amén.