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Dios cumple su propósito en quien persevera

Si alguna vez escuchaste que no serás nadie en esta vida, o que es inútil seguir clamando para que fulano cambie su vida, no le des poder a esas palabras, sino pongas metas y sigas adelante, perseverando y poniendo siempre a Dios en primer lugar. Como hizo una ancianita fiel a la oración y su fe en Dios le hacía ver que todo era posible. Tenía un hijo que le traía muchos problemas, apartado del Señor, José su hijo, se había dedicado a los juegos de azares, a la vagancia y a los vicios, viviendo perdidamente. No obstante ella permanecía confiada en oración creyendo lo que Dios podría hacer en la vida de su hijo, fuertemente agarrada de la promesa en Salmo 138:8; Jehová cumplirá su propósito en mi. Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.

Una madre dolida por el modo de vivir de su hijo, cada vez que este llegaba a casa, ebrio, sucio y lleno de inmundicia, ella le reprendía, diciéndole: José sigas corriendo y corriendo del Dios, pero un día serás su siervo. Entre tanto él la insultaba para que callara. Un día José fue arrestado por la policía debido a los múltiples conflictos en los cuales se había involucrado y debió pasar largo tiempo en la cárcel sin la compañía de la anciana madre que día a día oraba por él.

Estando en esa cárcel oscura, en medio del dolor y la desesperación José recordó las oraciones de su madre, volvió rostro al Señor y le entregó su corazón. Al salir de allí buscó la ayuda de una iglesia y hoy es un gran siervo de Dios, como lo profetizaba su madre. No hay nada, ni nadie que pueda frenar las manos de Dios, cuando él empieza a obrar. Él tiene un plan que se cumplirá si permanecemos fieles y perseveramos en la oración.

Si miramos la vida de David, al leer el Salmo 138, notamos que él sabía que Dios tenía un plan para su vida y que a través de cada vivencia, cada experiencia, cada circunstancia, El estaba como el alfarero, dándole forma, tanto a David como al plan que tenía para con él. Y le pedía: «No desampares la obra de tus manos», en otras palabras, continúa dando forma a la obra de tus manos y cumple en mi vida tu propósito. No renuncies a tus sueños, habrá quien buscará para derribarte, poniendo barreras, menosprecio, pero sepas Dios ve lo que está en ti y muchos mas lejos.

Aguardar el cumplimiento de la promesa, y propósito de Dios requiere paciencia, perseverancia y dedicación. Es importante tener claro objetivo en nuestras oraciones y pese a todo mantener la firmeza en la fe de que Dios nos escucha, tarde o temprano terminaremos recibiendo de él lo que estuvimos esperando. Y recuerde, las palabras en Filipenses 1:6 “el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Dios no dará su obra por completada hasta que haya cumplido su propósito en cada uno de sus hijos.

¿Deseas que Dios cumpla Su propósito en ti? ¿Aguardarás con paciencia y dedicación? Busca a Dios en oración, refúgiate en el amor de Dios y en la Palabra para nunca estar solo, y así podrás alcanzar la plenitud en esta vida. Te invito a que expreses como una oración, parte del Salmo 138; Te alabaré con todo mi corazón; Delante de los dioses te cantaré salmos. 2 Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. 3 El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma. 8 Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos, Amén.

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