Mas de 90 años de los inmigrantes menonitas canadienses en el chaco paraguayo, es un gran ejemplo de laboriosidad, de lucha sin rendirse, de la unidad y el desarrollo mutuo, de la fe y la esperanza de soñar un porvenir sin guerra, viviendo en paz como hermano de diferentes culturas.

Muchas familias eran tan pobres, pero trabajaron bajo un mismo lema «todos para uno, uno para todos», frase que ayudó a superar los tiempos mas difíciles, y que ha fortalecido el desarrollo que hoy es la Colonia Menno en la República de Paraguay, que a través de su cooperativa brinda trabajo a sus socios y no socios a puntando a una vida mejor.

El principio «todos para uno, uno para todos», Dios dejó en su palabra diciéndonos en Gálatas 6:2, y los versos 9-10, Cuando tengan dificultades, ayúdense unos a otros. 9 Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si seguimos haciéndolo, Dios nos premiará a su debido tiempo. 10 Siempre que nos sea posible, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe..

Aquí la palabra de Dios indica, que cualquier tipo de problema que se presente, ya sea espiritual o necesidades materiales, los cristianos deben estar siempre dispuestos a ayudarse unos a otros como verdaderos hermanos, sabiendo que todos los cristianos componen una sola familia y entre ellos no debe haber indiferencia, pues esto sería desinterés por los demás, egoísmo, y con esa actitud no se estaría reflejando el amor de Cristo. Siempre debe haber comprensión y ayuda mutua frente a las pruebas y faltas de otros.

Todos para uno, uno para todos, es un principio de unidad y ayuda mutua, sin esperar nada a cambio. No debemos ser tan rápido en dar solamente criticas o juicios, sino mas bien en lugar de estos, empezar a ver las necesidades de los demás, y pedir a Dios quien es el dueño de todas nuestras posesiones en que forma podemos ayudar, en que forma podemos ser de bendición para aquel hermano en la fe, y también demostrar el amor a los que no son.

Llevemos cada día con nosotros el dicho popular, hoy por ti y mañana por mi. Mis amigos ayudemos hoy a nuestro semejante, para que mañana otros nos puedan ayudar. En este momento ¿Tienes en mente a alguien que necesita de una ayuda, te acercarías para suplirla? Ora a Dios, padre Celestial gracias por llamarme a formar parte de tu familia, donde nos das el principio de ayudarnos mutuamente, te pido que me ayudes a ver y suplir las necesidad de aquel quien necesita, tu proveerá los recursos, porque todos provienen de ti, ayúdame y úsame a llevar tu bendición a otros, amen.