Según una investigación de la Universidad de Luther en Iowa, las personas que deciden perdonar, consiguen prevenir los efectos dañinos del estrés en la salud física y mental. Los investigadores analizaron los efectos del estrés, sobre la salud mental de una personas. Se hizo la comparación entre aquellos que perdonaron y los que se rehusaron hacerlo. Para ello pidieron a 148 jóvenes mayores, que llenen cuestionarios para evaluar sus niveles de estrés durante su vida, su disposición a perdonar y su salud física y mental, según el sitio TIME.

Las personas con mayor exposición al estrés durante su vida, tenían pésima salud mental y física. Los investigadores también descubrieron, que si uno se perdona así mismo y a otras personas, esa acción hace que prácticamente elimine la conexión entre estrés y enfermedad mental, ademas adoptan una actitud que les permite afrontar mejor el estrés y mejora su bienestar familiar.

Podríamos admirar esta información y decir que descubrimiento científico, pero si miramos al plan de Dios el perdón siempre ha sido un factor fundamental para el bienestar de la humanidad, en su escritura Dios reveló más de 160 veces la palabra perdonar. La enseñanza de Jesús en la oración del Padre Nuestro, que se encuentra en el Evangelio de Mateo 6:12, habla justamente del perdón de Dios y el perdón mutuo: Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

También el apóstol Pablo escribió en Efesios 4:32: «Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo«. En Mateo 6:14-15 también dice claramente que si rehusamos perdonar a nuestro ofensores impide que Dios nos libere de la misma atadura. Y esto puede hacernos esclavos de un espíritu implacable, acompañado de tensión, frustración, etc.

Debemos perdonar a las personas quien nos hirió en el pasado, porque el perdón ejercita la fe que agrada a Dios, Jesús dijo en Lucas 17:3-4; que deberíamos perdonar al hermano, aun si pecare contra nosotros siete veces al día. Debemos perdonar porque Dios lo dice así. Y no podemos decir que “no puedo” o más bien no queremos, porque Dios siempre nos da la habilidad de hacerlo.

Un escritor define que el perdón es la llave que abre la puerta para nuestra paz, sanidad y habilidad de amar otra vez. Mientras otro define el perdón en término de tres componentes que son: 1) Intenso anhelo de restauración; 2) Valor de amar; 3) suprimir la venganza.

¿Tenes pendiente una situación que necesitarías perdonar o acercarte a pedir perdón? ¿te sientes libre de cualquier ofensa para evitar algún tipo de estrés? Ora a Dios, gracias por tu perdón que me otorgas, gracias porque tu perdón libera, y así yo pueda liberar a quienes me ofenden, amen.