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Palabras que duelen

La vida es difícil. Fueron las primeras cuatro palabras que utilizó un reconocido autor al redactar un libro. Cuanta verdad hay en esto. Tú y yo sabemos que la vida puede llegar a ser muy injusta. Exageradamente dura. Aún más cuando nos culpan por algo que no hemos hecho. O que nos hieren con palabras.

Era un viernes en Gólgota. Jesús colgado en la cruz. Ya había pasado por los látigos, también por la ofensas de los religiosos de la época. Sus discípulos le habían abandonado. Se fugaron. Se volvieron simples espectadores, aunque también seguían siendo discípulos.

Los evangelios relatan, que físicamente el cuerpo de Jesús ya no daba. Estaba al borde del colapso. Pareciera que la multitud se había dado cuenta de esto. Entonces decidieron partirle el espíritu. ¿Ya el cuerpo estaba destrozado, porque no quebrarle también el espíritu? Entonces comenzaban a decirle: “Ayudabas a otros y a ti no puedes ayudarte”, “si eres el Hijo de Dios, bájate de esa cruz.” Imagínate el golpe que causaban esas palabras en el interior.

Luego uno de los que estaba a su lado le dice: “Hey, si sanaste a otros, si de verdad eres el Mesías porque no te salvas a ti mismo y a nosotros.” Quizas esta persona habrá pensado: “Es una completa mentira este personaje. Un simple humano.”

No hay nada más doloroso que las palabras dichas llegan a tus oidos con el fin y proposito de herir tus emociones, y dejar huellas negativas en tu corazón. Y principalmente cuando viene de una persona más cercana a ti, que en vez de ayudarte, te hiere. En vez de levantarte te hunde. En vez de consolarte, te humilla aún más.

Sin embargo en medio de todas estas palabras, Jesús calló. Luego dijo una de las palabras más poderosas de la historia en Lucas 23,34: “Perdónalos porque no saben lo que hacen.”. Impresionante expresión, esto sí es amor, si es gracia. Creo que si alguien tenía derecho a reaccionar de forma agresiva, maldiciendo y quedando bien amargado, fue Jesús, pero no lo hizo, sino mas bien reaccionó de forma sabia y positiva. Encomendando su causa a Dios. Quien juzga justamente. El calló.

¿Cómo reaccionas tú Ante las palabras hirientes y tajantes? Seamos como Jesús quien entregando a los hirientes al que juzga con medida esacta. Él es nuestra esperanza, nuestro refugio. Ora a Dios, padre gracias por la fortaleza que me ofrece en la persona de Cristo Jesús para tomar como ejemplo de decir hoy por aquellos, que me hirieron, que ofendieron, perdonalos porque no saben lo que hacen, yo los libero y entrego para que tu puedas encargarte y defenderme para que yo no busque venganza por ellos, amen.

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