Tal vez hoy la preocupación no te deja ser como quisieras, no te permite vivir el momento ¿A qué se le puede llamar preocupación? Es todo lo que te roba el gozo, aquello que no puedes cambiar, aquello de lo que no eres responsable, que no puedes controlar, que te atormenta, todo aquello que te quita el sueño. Esa lista de preocupaciones debe ser transferida a tu lista de oración. Por eso el manual de Dios dice en el Salmo 55:22; Echa sobre el señor tu carga y él te sostendrá.

Cuando la preocupación llame a tu puerta, no la dejes entrar, porque si lo haces se quedará a vivir. Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros dice 1 Pedro 5:7. Dios cuida de todas las cosas que te preocupan y que capturan tus pensamientos. El se ocupa de estas cosas mejor que tú. No hay pensamiento, por muy insistente, doloroso, preocupante, visceral, alarmante y angustioso que sea que se le escape.

El apóstol Pablo, escribió desde la carcel a la iglesia de Filipo para animarles a no vivir en preocupación. En Filipenses 4:6-7, dice: Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios? guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos. Entrégale a Dios todas tus preocupaciones una por una. Cuanto más te ejercites en ello, más emocionante será tu caminar con el Señor.

Comprobarás lo fácil que es para Él solucionar las cosas que te agobian. No olvides que Él puede ocuparse de ellas, está dispuesto a hacerlo y está esperando que se las entregues. Las personas que viven sin ansiedad son aquellas que han aprendido a echar sus cargas en el Señor. Asi es que mis amigos, hoy es el día para dejar la preocupación y colocar al Señor como tu verdadera confianza. Si lo haces experimentarás la paz, tranquilidad y gozo que la fe proporcionan.

¿Echaras sobre él tus cargas que te preocupan? ¿Confiarás en el completamente para llenarte de su paz y gozo? Ora a Dios, padre celestial, hoy me acerco a ti con mis cargas llenas de preocupaciones, entrego en tu presencia, dame tus fuerzas para seguir adelante, necesito de tu gozo que no depende de circunstancias, y hoy me declaro libres para amarte y servirte, amen.