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Hacer con el corazón

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia. Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarían esta etapa de alguna manera. El jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía, y le pidió que si pudiese construir una sola casa más, como un favor personal.

El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera. Cuando el carpintero terminó su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, el jefe le extendió al carpintero las llaves de la puerta principal. “Esta es tu casa,” dijo, “es regalo para ti” ¡Qué tragedia! ¡Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente.

Estas cosas pasan si lo que hacemos no lo estamos haciendo con el corazón, Dios mismo en su palabra dejo en claro en Colosenses 3:23-25, “…Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas…”. Por medio de este pasaje entendemos que el Señor espera de cada uno a hacer con el corazón todas las cosas que hacemos, y aquí no nos referimos obras que quebranta sus principios, cualquier pecado va contra su voluntad.

Hacer todo de corazón y como para el Señor, nos ayudará a no centrarnos en nuestro egoismo, además evitaremos el estres de intentar agradar al hombre. Hacer todo para Dios nos llevará a depender de él en tiempos dificiles y en los buenos momentos, y tenemos la promesa de recibir recompensa según la herencia que él tiene preparada.

Comienza hoy mismo a hacer las cosas bien, no importa si el hombre te ve o no te ve, pues Dios te está mirando. Vivir para la gloria de Dios dará sentido a tu vida aquí en la tierra, la hará productiva para los demás y te asegurará una morada en la casa de tu padre en el cielo, que el mismo Jesucristo se fue a preparar.

¿Estas sirviendo al Señor en tu trabajo, familia y sociedad dandole a él la unica gloria? ¿Tomarías la decisión desde hoy para hacer todo con el corazón? Ora a Dios, querido padre nuestro tu que estas en el cielo y en la tierra, me acerco a ti para pedirte que tu fortaleza y sabiduria para poder hacer lo que hago con el corazón y por sobre todo agradarte y entregarte la gloria y la honra solo a ti, amen.

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