El poder de lo que decimos

Un día, dos niños estaban patinando en una laguna congelada. La tarde era fría y nublada, pero los niños se divertían haciendo piruetas y jugaban sin preocupación, riéndose de sus travesuras, de pronto, el hielo se rompió y uno de los niños cayó al agua. El otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas, hasta que logró romperlo, pudiendo así rescatar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron cómo lo había hecho ya que el hielo era muy grueso. Es imposible que lo haya podido romper con esa piedra y esas manos tan pequeñas, comentaban entre ellos. En ese instante apareció un anciano y dijo:¡Yo sé cómo pudo hacerlo! ¿Cómo?, preguntaron. Pudo hacerlo, porque no había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Todas las palabras que decimos tiene un poder transformador en la vida de alguien, es para el bien o es para el mal. Proverbios 18:21; Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto. En esta parte de la Biblia el rey Salomón, nos dice que la lengua o las palabras que emitimos por medio de esta tiene poder, también Santiago escribe en el capitulo 3 diciendo que la lengua es un miembro pequeño, pero con un gran poder.
Mis queridos amigos con nuestras palabras podemos: Edificar o destruir, Sanar o herir, Bendecir o maldecir, Dar vida o matar. Cuidemos de como utilizar las palabras para no cortar el sueño de una persona, que anhela un buen porvenir, sino mas bien proclamar palabras que le ayudará a cumplir sus sueños, a alcanzar sus metas. Lo que se escucha de tu boca influenciará tendrá poder, por eso tengas presente las palabras del Apóstol Pablo en Efesios 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Recuerden siempre, la palabra tiene poder, y debemos utilizarla correctamente para levantar el animo del prójimo sin importar quien sea, que tus palabras sea como una medicina según encontramos en Proverbios 12:18. ¿Estas ayudando a alguien con tus palabras para prosperar en su vida y sueños? ¿Utilizarías el poder de las palabras para influenciar positivamente en aquellos quienes te oyen?
Ora a Dios, padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, gracias por facilitarme las palabras, para bendecir a otros, ayúdame a pronunciar palabras de bendición sobre mi vida y sobre la vida de otras personas. Cada día necesitaré atender para que mi lengua emita medicina para el corazón del oyente, te pido en el nombre de Jesús, amén.