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Dejar que el barro se seque

Mariana se puso toda feliz por haber ganado de regalo un juego de té multicolor. Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino bien temprano a invitarla a jugar. Mariana no podía pues saldría con su madre aquella mañana. Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en que vivían. Ella no quería prestar su flamante regalo pero ante la insistencia de la amiga decidió, hacer énfasis en el cuidado de aquel juguete tan especial.

Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado al suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota. Llorando y muy molesta Mariana se desahogó con su mamá ¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo? Le presté mi juguete y ella lo descuidó todo y lo dejó tirado en el suelo. Totalmente descontrolada Mariana quería ir a la casa de Julia a pedir explicaciones, pero su madre cariñosamente le dijo:

Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo tu ropa? Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido pero tu abuelita no te dejó ¿Recuerdas lo que dijo tu abuela? -Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después sería más fácil de quitar. Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho más fácil resolver todo.

Claro ejemplo, no actúes mientras estas con ira, no vaya a querer arreglar un conflicto cuando las emociones están altas, porque perderás la cabeza, perderás el principio y tus objetivos. Con razón el apóstol Pablo decía en Efesios 4:26 Airaos, pero no pequéis; Pero tampoco debemos dejar sin resolver, mas adelante dice el mismo verso, no se ponga el sol sobre vuestro enojo. Animo que se tranquilice por un momento y luego vaya a buscar restaurar la situación, si es que no se puede hacerlo, no te apresures, sino mas bien ore por esa persona, y luego inténtalo de nuevo. Tal vez con la ayuda de otra persona como indica Mateo 18:15ss.

¿Tienes a alguien en tu mente, que le prestaste algo y sin cuidado descompuso tu pertenencia? O ¿esa persona te prestó y se descompuso en tus manos y la misma se quedó con el mismo sentimiento que Mariana de nuestra historia? Es probable que ya secó el barro, y es tiempo de entablar con esa persona un dialogo. Pida ayuda y fuerza de Dios y vaya a conquistar victoria.

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